Suicidio- crisis- prevencion

miércoles, 9 de octubre de 2013

LAS ENTREVISTAS DE FINALIZACIÓN EN LA PSICOTERAPIA DE EMERGENCIA:

               La psicoterapia Breve de Emergencia, recomendado en pacientes con crisis suicida, “no permite la emergencia de una neurosis de transferencia. Las manifestaciones de transferencia deben tratarse de inmediato y con claridad. Especialmente las manifestaciones negativas, deben interpretarse si el paciente las expresa de una manera tangencial. En estas interpretaciones el terapeuta se pone en el lugar del paciente y reacciona al terapeuta, es decir a sí mismo.”(1)
              “Por último se realizan las entrevistas de Finalización, en que se evalúa lo que se ha logrado y lo que falta aún, lo que ayuda a sostener un derrotero común a terapeuta-paciente, señalado por el deseo de mantener los logros y de conocer y abordar el área en que las dificultades persisten.”(2)
             “Éste balance se realiza en parte, permanentemente pero debe instituirse especialmente dedicadas a la evaluación, que suministrará no sólo la posibilidad de confrontar limitaciones y posibilidades, sino también una oportunidad para que el psicoterapeuta enseñe al paciente a realizar este proceso convirtiéndolo así en otro momento de aprendizaje y en un paso hacia la curación.”(1)
                 “Para la terminación del tratamiento, el paciente debe quedarse con una transferencia positiva cultivada cuidadosamente y con la seguridad de que será bien recibido cuando quiera regresar. Debe advertírsele que antes de que cualquier problema futuro se vuelva inmanejable debe consultar al terapeuta. El mantenimiento de la transferencia positiva elimina el sentido de rechazo en el proceso de terminación y le permite al paciente retener al terapeuta como una figura benigna introyectada. Este se refleja en toda la personalidad y mantiene la motivación de estar bien por afecto al terapeuta.”(1)
                    “Y una vez finalizada la terapia, se recomienda entrevistas de control o seguimiento (que se hace indispensable si no hubo derivación). Estas entrevistas están centradas en comprobar el grado de conservación, pérdida o enriquecimiento que ha sufrido el paciente en su autoestima y la presencia o no de fantasías suicidas, durante el proceso en que no ha recibido asistencia psicológica.”(1)
               “Las condiciones necesarias para el logro de una psicoterapia breve efectiva son, entre otras ya mencionadas:                                                                                                            -  La capacidad del terapeuta para advertir de inmediato la dificultad precipitante en relación con la personalidad total,
      -   La capacidad del paciente para el insight,
      -   La confianza inmediata del paciente en el terapeuta.            
      -  Y el hecho de que el terapeuta parezca particularmente apto para dar ayuda al paciente de que se trate,    
    - La vivacidad de las interpretaciones y de la capacidad del paciente para entenderlas.”(3)

            “Resulta interesante retomar como conclusión la etimología de la palabra: “Terapia”, que deriva del griego: “Therapeuo”, que quiere decir: servir, cuidar. En las personas con tendencia suicida, la psicoterapia que emprendemos está destinado en última instancia a “cuidar” de la vida del paciente.”(1)
          “En una Psicoterapia frente al peligro de suicidio se observa mejor que en ningún otro caso cómo se articula la Psicoterapia con la Prevención, en este caso son equivalentes”(1), ya que prevenimos un intento, un re-intento o un acto consumado.
       “Con estos pacientes, más que en cualquier otro, se observa cómo la presencia afectuosa del terapeuta es requisito indispensable para que sea eficaz el tratamiento.”(1)
           En mi tesis de Licenciatura, menciono que “Es necesario que los profesionales que trabajan con personas con tendencias suicidas, puedan hablar abiertamente sobre la muerte, y el suicidio; para hacer que el paciente pueda pasar a la palabra lo que intenta pasar al acto”(1); actualmente, haría una corrección todos los profesionales de la salud mental, deberían poder hacerlo, ya que no podemos asegurar que un paciente que viene por otro motivo de consulta, pueda necesitar, en el transcurso de la terapia, hablar sobre ésta temática, o bien esté atravesando una crisis con tendencia suicida. Es por ello que vemos que el sólo hecho de estar en terapia, no es un factor protector por sí mismo, contra el suicidio; por el contrario, un terapeuta que hable sin miedo de generar ideas, y permita la verbalización de estas ideaciones, sí es protector. Si solamente los “especialistas” trabajan con tendencias suicidas, es como si dijéramos que sólo los diabetólogos pueden diagnosticar o tratar la diabetes de un paciente que acude por otra sintomatología. Lo que no quita que el especialista pueda darle un seguimiento especial, y puede ser indicado como interconsulta, o supervisión del caso.
           “Es importante señalar que este tipo de terapia breve y de emergencia descripto en las anteriores entradas, sólo se refiere a salvar la situación de Urgencia y de Peligro, pero sería importante facilitar, ya sea con una Psicoterapia más extensa, o una Logoterapia (si el problema radica en la falta de sentido de su vida).”(1)           
                                                                                  
BIBLIOTECA:

(     (1)  BELLAK Y SMALL: “Psicoterapia breve y de emergencia”, Pax, Méxica, 1980
(    (2) FUCHS, Irene C.: Tesis de Licenciatura: “Aproximaciones a una psicoterapia frente al peligro de suicidio”, UCA, Bs. As, 1991
(     (3) SMALL, L: “Psicoterapias Breves”, Gramica, Barcelona, 1978.




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