Además de los indicadores diagnósticos que trabajamos anteriormente, pueden observarse otros en la consulta médica, que son las quejas somáticas mismas, que lo llevan al paciente junto a su familia, al Centro de Salud, Hospital o consultorio particular.
Si durante cualquier consulta, el médico, cualquiera sea su especialidad, se toma el tiempo para hablar con el adolescente sobre ciertos aspectos de su vida cotidiana, al interiorizarse en estos temas, no sólo le posibilitará hacer un buen diagnóstico, sino que también les permite establecer un vínculo que será necesario a la hora de tener que intervenir desde una mirada de prevención frente a un posible riesgo suicida.
"QUEJAS SOMÁTICAS:
"En los niños, son un síntoma frecuente de depresión las quejas somáticas vagas que consisten en cefaleas, dolores de estómago, etc., sin causa diagnosticable.
Puede ser el único síntoma significativo y motiva amplios estudios médicos que complican la situación emocional de hijos y padres."(1)
Estas quejas somáticas, también se observan en adolescentes muy dependientes, quienes no irían al médico solos sino son acompañados por sus padres.
Los conflictos que esto genera son, por un lado, por la angustia de no "descubrir" que es lo que le puede estar pasando, más el descreimiento por parte de los adultos de que realmente "tenga algo", ya que estos aspectos psicosomáticos, no son muy bien comprendidos. Es bueno que en esos casos, y una vez descartados posible patología orgánica, el médico explique tanto a los padres como al niño/adolescente, que más allá de no "encontrar nada", hay una persona que está sufriendo, a través del dolor corporal.El cuerpo está "hablando" por ellos.
Una derivación POR ESCRITO, de interconsulta con Psicólogo, es una intervención adecuada; siempre que haya un acompañamiento, seguimiento, y el entendimiento de los padres para que se comprometan en la realización de la interconsulta.