Suicidio- crisis- prevencion

jueves, 3 de octubre de 2013

“CATARSIS MEDIATA”COMO MÉTODO EN LA PSICOTERAPIA DE EMERGENCIA:

               En la Psicoterapia Breve y de Emergencia, para generar los cambios necesarios en el paciente, de manera de superar rápidamente la situación de crisis que lo pone en peligro, “ utilizarse el método catártico. “Catarsis”, deriva del griego katarsis = purga, depuración, que según el Diccionario de Psicología de Warren, “es un proceso de descargar una emoción o vivencia desagradable reprimida, reviviéndola en palabras, acción o emoción, generalmente (pero no siempre) en presencia del terapeuta. Puede producirse hablando, oyendo, mirando algo, o a través de la acción.”(1)
              “Por medio del método catártico se logra la Abreacción, es decir, “la liberación del afecto ligado al recuerdo de un acontecimiento traumático, lo que evita que éste siga siendo patógeno”(2)(1)
      “Bellak y Small previenen acerca de la importancia que tiene la cuidadosa determinación de las fuerzas del Yo antes de proceder a la provocación de la catarsis. Además, para eludir el riesgo de abrumar al paciente con la intensidad de los fenómenos desatados por el enfoque catártico, Bellak y Small proponen la técnica de la “catarsis mediata”, que evita que el paciente reciba el peso total de los afectos, impulsos e ideas reprimidas. Porque en la técnica de catarsis mediata, no se espera que el paciente mismo exprese sus sentimientos, sino que más bien el terapeuta los expresa por él. Eligiendo el lenguaje particularmente burdo. Con ésta catarsis mediata tiene la ventaja de que el paciente no se le exige que se haga responsable de la hostilidad expresada. La expresión del terapeuta, siendo una persona respetable, hace la hostilidad más aceptable y potencialmente más egosintónica.”(1)
         “La tarea terapéutica consiste en controlar un curso medio que simultáneamente busque la manera de hacer el impulso más sintónico y a pesar de ello mantener la sensación de alejamiento del Yo. Ésta múltiple meta parecería menos contradictoria si tomamos en cuenta que la angustia del paciente por el impulso deriva de las presiones del Superyo sobre el Yo; por lo tanto, la tarea tiene que ser la de simultáneamente disminuir las presiones del Superyo y la de aumentar la capacidad del Yo para reconocer un impulso como un sentimiento aceptable y la de aceptar que su expresión tiene que limitarse”(3)
         “Esta técnica constituye una modificación de la interpretación catártica, ya que:
1)          Atempera los posibles efectos de la revelación, por valerse de un lenguaje más moderado que el que podría emplearse en la interpretación catártica directa.
2)                Reasegura al paciente al mismo tiempo que tiene lugar la revelación.
3)            Proporciona una salida aceptable para el impulso o afecto, de manera que aunque estos no se asumen por completo, tampoco se los bloquea
4)              Alienta en cierta medida al paciente respecto del impulso, al mismo tiempo que hace que resulte más aceptables para la personalidad –cosa que se manifiesta en general en el reconocimiento y la aceptación expresos del impulso– hechos tales como hasta la identificación del terapeuta con tal impulso, que luego se contrarresta mediante el reconocimiento general de la necesidad de refrenar el impulso en ciertos terrenos de la vida cotidiana.
5)            Cede el paciente, en préstamo, la fuerza del Yo del terapeuta, que lo ayuda a enfrentar su Superyo, más punitivo.”(4)(1)
“La agresividad reprimida pierde toda su potencia si se permite la descarga motora de una lucha, de un deporte violento o de una “Pataleta”. Pero no es necesario una descarga motora, Freud señaló que: “El hombre encontró en el lenguaje un sustituto de la acción, mediante la cual el afecto puede ser derivado por abreacción casi en idéntica forma”. Es por ello, que frente a una ideación suicida, puede interponerse la palabra a la acción.”(1)
            “La catarsis obra produciendo una serie de fenómenos psicológicos trascendentales:
a)       El recuerdo puede ser también integrado en una serie asociativa que permita la corrección del acontecimiento, su reinstalación en el lugar correspondiente.
b)            Produce una disminución de la tensión psicológica; quien ha sido capaz de hablar de sus problemas, especialmente cuando ellos están cargados de sentimientos de culpa, experimenta la sensación de sentirse aliviados,
c)             Se establece una sensación de compañerismo amistoso con la persona en la que se ha confiado, sentimiento que ayuda al establecimiento del equilibrio psicológico.
d)            En la mayor parte de las oportunidades, es la primera vez que el paciente se encuentra con alguien, a quien considera superior, que se interesa por sus problemas, que lo escuchan pacientemente, que muestra preocupación por las cosas que hasta entonces habían pesado solamente sobre él. Ese hecho hace que el paciente aumente su confianza en sí mismo y en su capacidad de enfrentar los problemas.
e)          El enfermo que confiesa faltas reales o imaginarias que el considera graves, que las confiesa a un ser colocado en una posición superior, y que no recibe de éste ni rechazo, ni castigo, ni amenaza, siente que sus “crímenes” no son tan graves y no merecen castigos puesto que ésta figura paternal no cree que lo necesiten.
f)             La necesidad de encontrarse frente a una persona serena y objetiva, obliga al paciente a contar sus problemas ajustándose en todo lo que pueda a esa objetividad. El hombre hasta entonces ha estado rumiando sus ideas inacabadamente, se ve obligado a presentarlas a otro ser y se da cuenta, entonces, de que quizás por primera vez, debe mirarlo en una forma más o menos desapasionadamente y objetiva”.(5)
      Por lo que éste método es muy recomendada también en los casos de situaciones traumáticas, como el abuso sexual infantil, etc.
         Evidentemente la abreacción sola no alcanza, es necesario otros pasos más, que iremos viendo en próximas entradas…


BIBLIOGRAFIA:
      (1) FUCHS, Irene Carola: Tesis de Licenciatura: “Aproximaciones a una psicoterapia frente al peligro de suicidio”, UCA, Bs. As, 1991
     (2) LAPLANGE Y PONTALIS: “Diccionario de psicoanálisis”, Ed. Labor, Barcelona, 198    (3) BELLAK Y SMALL: “Psicoterapia breve y de Emergencia”, Pax, México, 198    (4) SMALL, L: “Psicoterapias breves”, Gramica, Barcelona, 1978
     (5) SEGUIN, Alberto: “Bases de la psicoterapia”, El Ateneo, Bs. As. , 1954

martes, 1 de octubre de 2013

PSICOTERAPIA BREVE DE EMERGENCIA EN LAS INTERVENCIONES EN CRISIS SUICIDA:

El terapeuta:
                  “El instrumento de la psicoterapia es su propia personalidad, su propia presencia. Cuando el terapeuta está con el paciente, su presencia debe ser íntegra y profunda. Él es el ingrediente más importante de la relación y de la situación terapéutica, en la medida en que tal situación puede estimular la expectativa de alivio del paciente. Los terapeutas más exitosos son los que tienen mejores expectativas respecto de sus pacientes, porque le comunican esta actitud positiva. Toda interacción que eleva la expectativa de ayuda produce  el alivio de los síntomas y mejora las disposiciones de ánimo, alivia principalmente la ansiedad y depresión.” También su autoestima, ya que “alguien” confía en él, en su capacidad para sobreponerse a la crisis. “La confianza que el enfermo deprimido deposita en su médico y/o terapeuta, desempeña siempre un papel muy importante en la prevención del suicidio.”(1)”(2)
                    “Se sugiere que el terapeuta se revele ante el paciente como ser humano con debilidades y dificultades, similares a las del paciente, si bien no idénticas. Pero ésta actitud debe ser sincera y no debe exagerarse.” (2) (Sin hacer comentarios sobre su vida privada)
                      “El hecho de que el profesional se tome tiempo una y otra vez para conversar un minuto en forma amistosa y formal con el paciente equivale a comunicar a éste que se lo acepta como persona apreciable y valiosa. Por el contrario, cuando la conversación se concentra en los síntomas, se refuerza el concepto de que el sujeto es un paciente; ello tiende a afirmar en éste la percepción de sí mismo como enfermo y va, por consiguiente, en desmedro de su autoestima”(3)
                      “Es de suma importancia la disponibilidad del terapeuta: el empleo del teléfono como medio para facilitar el acceso al terapeuta. Sirven para el mismo fin los servicios para prevención del suicidio, como la línea de Atención en crisis. En estos servicios, la intervención se centra en la escucha, los consejos y no en la acción. Se alienta a los pacientes para que expresen lo que les perturba, por considerarse que la oportunidad de hablar es lo mejor que se puede dar a estas personas.”(2)
                       “La mera presencia de la personalidad terapéutica constituye un factor estabilizante en la mayoría de los episodios emocionales agudos y críticos… Puede combatir la desesperación del paciente en estado de emergencia. La emergencia aísla a la persona de la compañía de otras, “imaginemos lo  que ha de ser el que las relaciones que más valoramos se derrumben, y que entre uno y los demás aparezca un abismo de incomprensión irremediable cada vez más amplio y el que hasta la estima que uno siente por sí mismo se transforme en aborrecimiento. Precisamente contra estos temibles fenómenos (deterioro de la autoestima, sensación de estar solo y carecer de aptitudes) luchan en forma directa la disponibilidad y presencia del terapeuta.”(3)
                “Además, el terapeuta debe tener una aceptación positiva incondicional respecto de la persona que es su paciente. Cuando éste experimenta la actitud de aceptación que el terapeuta tiene hacia él, es capaz de asumir y experimentar esta misma actitud hacia sí misma. Y luego hacia los demás. La pasividad y aparente falta de interés o de compromiso es experimentado por el paciente como un rechazo dado que la indiferencia de ninguna manera puede ser igual que la aceptación.”(4)                   
                “Es necesario que el enfermo advierta que se lo ve tal como él mismo se ve, y que se lo acepta con sus percepciones y sentimientos.”(5)
            “El terapeuta debe tener la capacidad de salir de sí, dejando de lado los esquemas teóricos para poder comprender lo que le ocurre en el paciente, es decir, empatía.”(2)
            “La comprensión empática es prestar atención a  lo que está vivenciando el paciente y vivenciar lo que vivencia el paciente, entonces se siente comprendido y contenido. Es colocarse en el marco interno de  referencia externa y comunicar algo de ésta comprensión empática al paciente.”(4)
          “La vivencia de sus actitudes, no se da en términos de identificación emocional por parte del terapeuta (correría el riesgo de suicidarse por identificación), sino más bien de una identificación empática, por la que el terapeuta percibe los odios, esperanzas y temores del paciente a través de la inmersión en el proceso empático, pero sin que él mismo como terapeuta, experimente los odios, esperanzas y  temores.”(4)
           “En la mayoría de los casos conviene que el terapeuta adopte una actitud autoritaria, no puede ser tan pasivo como podría serlo en los tratamientos prolongados y frente a otro tipo de pacientes, tendrá que, en ocasiones, obstaculizar las acciones del mismo.”(2)
         “Como se trata de una situación límite e irreversible, no podemos mantenernos en una asepsia, se debe dar un juicio valorativo frente a su intento o proyecto de suicidio.”(2)
         “El terapeuta se ofrece como soporte, donde como Sujeto deseante dice explícita o implícitamente: “NO QUIERE QUE TE MATES”, en contraste con la indiferencia general. El terapeuta se involucra, se implica, no le es indiferente lo que haga con su vida.”(2)   

BIBLIOGRAFIA:
    (1)   GEIGY: “El cuadro de la depresión”, Geigy, Argentina
   (2) FUCHS, Irene Carola: Tesis de Licenciatura: “Aproximaciones a una psicoterapia frente al peligro de suicidio”, UCA, Bs. As,
    (3) SMALL, L.: “Psicoterapias Breves”, Gramica, Barcelona, 1978    
    (4) ROGERS, Carl: “Psicoterapia centrada en el cliente”. Paidós, 1963
    (5) ROGERS, Carl : “El proceso de convertirse en persona”, Paidós, Bs. As 1981

lunes, 30 de septiembre de 2013

PSICOTERAPIA EN PACIENTES CON INTENTOS SUICIDAS:

                   Antes de describir la psicoterapia en pacientes con intentos suicidas, que tienen particularidades propias, debemos definir qué es PSICOTERAPIA. “Deriva de: “psique”, palabra griega que significa alma y “therapeuo”: servir, cuidar. Es el tratamiento efectuado con técnicas psicológicas, de los trastornos psíquicos.
          “Podría suponerse que se entiende como tal el tratamiento de las manifestaciones morbosas de la vida anímica, más no es ese el significado del término. “Tratamiento psíquico” denota más bien el tratamiento desde el alma, un tratamiento  - de los trastornos anímicos tanto como corporales – con medios que actúan directa o indirectamente sobre lo anímico del ser humano. Un medio semejante es, ante todo, la palabra y las palabras son en efecto, los instrumentos esenciales del tratamiento anímico…la ciencia ha logrado restituir a la palabra humana una parte, por lo menos, de su antigua fuerza mágica” (1)
                “En un paciente que expresa en acción autodestructiva su “grito de socorro”, necesita poder traducirlo al lenguaje simbólico por medio de la palabra, única forma de evitar la actuación. Debe encontrar un espacio, un lugar donde expresar su angustia y donde pueda poner en palabras su agresión, su sentimiento de culpa, etc. (2)
                “Frente a los intentos o fantasías de suicidio, se exige un alivio lo más rápido posible, por la naturaleza destructora y peligrosa. No hay tiempo que perder, por lo cual debe utilizarse los métodos de la Psicoterapia de Emergencia de Bellak”.(2) (Ver en blog anterior las metas, tiempo y métodos del mismo).
                “Algunos pacientes tienen que trabajar durante varios meses antes de ser capaces de asumir responsabilidad, por lo cual no es oportuno obligarles a aceptar su responsabilidad plena como requisito previo a la terapia. No obstante, en estos pacientes con tendencia suicida, el terapeuta exige con todo derecho cierto grado de responsabilidad al comienzo de la terapia, exigiendo que hagan un PACTO DE “NO SUICIDARSE”, durante un tiempo específico. Cuando se emplea correctamente este enfoque, puede reducirse considerablemente los riesgos de suicidio.”(3)
                   “El ganar tiempo es decisivo. Al paciente se le puede decir que siempre hay tiempo para matarse y  que por el momento la intención del terapeuta es posponer esa actitud” (4)
                    Estas medidas tienen antecedentes en el psicoanálisis, en que Freud señala que: “la mejor manera de proteger al enfermo de los daños que puede acarrearle la ejecución de sus impulsos es comprometerle a no adoptar durante el curso del tratamiento ninguna resolución, y esperar para ello el momento de la curación”(5)
             “En la mayoría de los casos conviene que el terapeuta adopte una actitud autoritaria, no puede ser tan pasivos como podría serlo en los tratamientos prolongados y frente a otro tipo de pacientes, tendrá que, en ocasiones, obstaculizar las acciones del mismo”.(2)
           “Para algunos terapeutas, el hecho de hacerse cargo incluso de la vida del paciente y proceder a su organización, constituye una manera de permitir que, durante cierto tiempo, se establezca respecto del terapeuta, una dependencia que permite la superación del momento crítico. Organizando para ellos un horario diario de actividades que insta a seguir en forma estricta. El fin consistirá en mantenerlos ocupados, en impedir que se entreguen a la meditación obsesiva acerca de su condición desgraciada y en facilitarles la descarga de la agresión.”(2)
        “Al tener que realizar una Psicoterapia de Emergencia y por lo tanto, Breve, “la entrevista del tratamiento es lo más difícil y lo más importante. De hecho, si desde el principio no se establece un buen rapport intenso e inmediato, las posibilidades de éxito disminuyen considerablemente.  El terapeuta tienen una participación activa desde el comienzo. Debe demostrar congruencia entre lo  que siente y piensa y lo que hace. Todo depende del real interés del terapeuta en el ser humano y en la necesidad y disposición que el paciente tenga de confiar en alguien. Cuando el terapeuta consiga se establecer el rapport y demuestra su auténtico interés de llegar al paciente y ofrecerle sustento y esperanza, probablemente será aceptado por éste. En pacientes depresivos, es probable que surja un alivio inmediato, porque el paciente ve en el terapeuta un objeto de amor nuevo y confiable. La mejoría es a veces tan marcada que puede confundirse con la cura. En realidad, es sólo temporario y suele ser seguido por un nuevo ataque depresivo, cuando el paciente toma conciencia de la naturaleza y las limitaciones del vínculo con el terapeuta.”(6)
                 “Una vez establecido un buen vínculo, el terapeuta le exige respetar el pacto de “no suicidarse” y que forme parte de un equipo terapéutico (alianza terapéutica), un grupo de dos personas, dedicadas a indagar las causas de su depresión, y sus fantasías de suicidio”(2) Es el momento de incluir en el equipo a los otros profesionales con el que se trabajará de manera interdisciplinaria, respetando la especificidad de la tarea de cada profesión.
             “En psicoterapia breve, se establece ya un contexto de cambio mientras se obtiene la información precisa. En vez de obtener primero los datos y  obrar luego en consecuencia, la psicoterapia empieza con la forma misma en que se recoge la información… Hay que estimular lo más rápidamente posible la creación de un compromiso de cambio por parte del paciente.”(7)         
                   “A su vez, la imagen que el paciente se haga del pronóstico influirá en los resultados tanto como lo prevea el terapeuta en el mismo sentido”(8)

(En próximas entradas al blog, se detallará sobre las características del terapeuta, del método, etc.)

BIBLIOGRAFIA:
(1) FREUD, Sigmund :”Sobre psicoterapia” , en Obras Completas, Biblioteca Nueva, Madrid, 1972
     (2)  FUCHS, Irene Carola: Tesis de Licenciatura: “Aproximaciones a una psicoterapia frente al peligro de suicidio”, UCA, Bs. As, 1991
     (3) YALOM, I: “Psicoterapia existencial”, Barcelona, Herder, 1984
     (4) BELLAK Y SMALL: “Psicoterapia breve y de emergencia”, Pax, México, 1980
   (5) FREUD, Sigmund; “Recuerdo, repetición y elaboración”, en Obras Completas, op. cit.
     (6) ARIETI: “Psicoterapia de la depresión”, Paidós, Bs.As., 1981
(    (7) HALEY: “Estrategias de psicoterapia”, Barcelona, Toray, 1966
     (8) SMALL, L: “Psicoterapia breves”, Gramica, Barcelona, 1978

Las citas son extraídas de mi Tesis de Licenciatura (2)