Suicidio- crisis- prevencion

miércoles, 25 de septiembre de 2013

MEDIDAS TERAPÉUTICAS EN PACIENTES CON TENDENCIA SUICIDA:

                   “Ante todo, debemos partir del hecho de que se trata de un caso de urgencia. La palabra “urgencia”, (del latín: urgentia), alude a la necesidad de una pronta ejecución, celeridad y rapidez. Estamos frente a una crisis que no puede esperar. El pictograma chino que significa “crisis” es u combinación de dos símbolos: “peligro” y “oportunidad”, es decir, puede aprovecharse el peligro como oportunidad para cambiar”(1)”(2). El problema radica en quedarse sin actuar, no sólo desaprovechando esa “oportunidad”, sino que además el peligro en estos casos es un peligro de muerte, por lo tanto, el daño que se teme, puede ser irreversible. Por otro lado, considerando la etapa de la adolescencia, también como una etapa de crisis, pero en éste caso, se debe “entender la noción de crisis como etapa de la vida por la que todo ser humano debe pasar”(3); uno de los problemas radica en que un intento suicida en un adolescente se ve influido por esta doble situación de crisis, que lo hace estar en una posición si podemos decirlo de mayor vulnerabilidad, y urgencia.
                     “Por lo general, las familias e individuos en crisis se encuentran estimulados para la movilización y el fortalecimiento de sus recursos con el fin de superar la crisis, son más receptivos para las intervenciones y tienden a ser más flexibles que en otras oportunidades.”(2) Por ello, y a pesar de ver que se trata de familias abandónicas, o que hasta el momento han dejado pasar los problemas sin actuar, puede ser ésta la única oportunidad para que “reaccionen” y asuman su responsabilidad sobre la vida de su hijo/a.
                     Además, “frente al hecho de estar la vida de la persona en peligro, es necesario proceder con todos los medios disponibles, desde todas las áreas, por lo cual debería trabajarse con un equipo de profesionales;” (2) sabemos sobradamente el valor del trabajo interdisciplinario, “psiquiatra, psicoterapeuta, asistente social, acompañante terapéutico y terapeutas familiares…(2) (noto con preocupación que no se utiliza la terapia familiar, como dispositivo terapéutico durante las internaciones en servicios de salud mental a nivel público, en  la Provincia de Entre Ríos, el abordaje de la familia es en general sólo con Asistentes Sociales, que en realidad es indispensable, pero no suficiente. Y esto no sólo para los casos que estamos tratando, sino también debería ser para todos, justamente es la garantía para la desmanicomialización.
                     Dentro del equipo interdisciplinario, “el psiquiatra evaluará la necesidad de hospitalización, es  recomendable en los casos de gravedad, pero no es una panacea contra el suicidio. “Cuando la internación se emplea como única fuerza curativa en sí misma, constituye una medida de eficacia dudosa… el cambio de ambiente suele ser útil cuando es acompañado con psicoterapia y siempre que el cambio de lugar signifique colocar al paciente en un entorno más favorable y benigno que el original. Los períodos breves de internación en hospitales de clínica general (como es obligatorio a partir de la nueva Ley de Salud Mental), pueden brindar protección para el paciente y condiciones de seguridad, que habilita al terapeuta para efectuar vigorosas interpretaciones, de todo lo cual se obtiene la catarsis y la restauración del Yo. El hecho de que en el hospital exista ayuda disponible las 24 hs. del día es en sí un elemento de apoyo esencial.” (2) Pero el personal deberá estar debidamente entrenado para éste tipo de pacientes, de alto riesgo, y no sólo por el bien del paciente, sino también por la salud mental de los trabajadores, especialmente el equipo de enfermería, que está más horas en contacto directo con el mismo paciente.
               “Es importante señalar que, “no debe dejarse medicamento alguno al alcance de la mano del paciente, cualquiera sea su naturaleza, porque si aquel está resuelto a suicidarse, aprovechará cualquier oportunidad para proporcionarse los productos que crea adecuarse para sus fines. A veces, extrema su astucia para disimular ante las circunstancias su idea de suicidio.(ver blogs anteriores). El peligro de intento de suicidio con medicamentos debe temerse, sobre todo, en el tratamiento ambulatorio. Por eso es recomendable confiar en un familiar del enfermo la conservación y administración regular de los preparados. Así puede evitarse al mismo tiempo, que el paciente interrumpa por su propia iniciativa la medicación y que aumente en consecuencia el peligro de suicidio”(4)(2)(*) Es importante considerar la posibilidad de que un agente sanitario o enfermero comunitario administre la medicación del paciente, ya sea comprometiéndolo al mismo para acudir a recibir la medicación en el Centro de Salud más próximo a su domicilio, si está en condiciones de hacerlo, y si no asiste o no está en condiciones, ser el propio agente de salud el que le lleva la medicación a su domicilio, esto garantiza la adecuada ingesta y continuidad del tratamiento, evitando sobredosis o automedicación inapropiada, u otro intento suicida.(*)
                   “El Asistente Social, evaluará la situación familiar, la capacidad de contención de estos. Ayudar al paciente una vez salido de la crisis, para la solución de aquellos problemas que fueron posibles desencadenantes, (problemas económico-laborales, familiares, marginación social, etc.) o factores de riesgo (abuso sexual infantil, violencia familiar, bulling, etc.)”(2) Cabe aclarar, lo visto en otro blog, sobre la necesidad de no asociar la resolución del problema como efecto del intento o acto suicida, para evitar el “aprendizaje”, de este método de supervivencia. El paciente tiene que saber que había otras formas de pedir esa ayuda que requería, y que pueden ayudarlo.
         “Los Acompañantes Terapéuticos tiene la función de:
-                   Contener la ansiedad, angustia y miedos del paciente,
-                   Favorecer el pasaje del hospital a la casa,
-                   Compartir el tiempo libre con el paciente, para evitarle la soledad y el aislamiento. (Sentimiento que estuvieron presentes previos al acto suicida).
-                   Darle un espacio para hablar de sus fantasías de muerte, sin ser interpretado, porque se trabaja a un nivel conciente.”(2)
          “El paciente debe saber que todo lo que haga o diga a su acompañante será transmitido al terapeuta. Los A.T. son intermediarios entre el paciente, el resto del equipo y la familia.”(2)
           “Tiene la función de sostén, contención y apuntalamiento yoico; a través de la presencia y la mirada.” (2) Por ello, el gran valor terapéutico de éste profesional, que lamentamos no están suficientemente valorado e incluido en el equipo interdisciplinario.
           “La tarea del A.T. debe ser supervisada fuera del equipo terapéutico y dentro del mismo. Además con el equipo se planificará las estrategias de abordaje, objetivos e instrumentar actividades acordes a cada paciente.”
         “Los terapeutas familiares deben integrar en las sesiones al paciente. Se trabajará con la familia especialmente en aquellos casos en que los problemas que precipitaron el intento de suicidio hayan surgido en la interacción del paciente con los miembros de su familia. Se fomentará, entonces, la discusión de grupo tendientes a lograr el insight y la resolución de los problemas conjuntos.”(2) También, en los casos de adolescentes, es conveniente realizar una intervención familiar, aunque no sea un problema familiar el descencadenante del intento, ya que en general la familia, sufre un stress importante frente a estos hechos, y suelen no poder comprender un fenómeno tan incomprensible, trabajar el intento de suicidio de uno de sus miembros, puede servirle al adolescente no sólo para tener una adecuada contención familiar, y compromiso en el seguimiento de un  tratamiento ambulatorio, sino que puede ser un efecto benéfico para todo el grupo familiar, de lo contrario, el “fantasma” del suicidio se instala en la familiar, y el temor de que se repita, o el temor a la imitación en otro miembro, hace que no puedan continuar con sus vidas de manera natural. Por otro lado, “el equipo de salud debe ofrecer apoyo emocional a los familiares /cuidadores …Estar al cuidado de una persona con riesgo de autolesión genera tensión psíquica.”(3)
              “También es aconsejable hacer terapia familiar para contención de los familiares de un suicida, para favorecer la elaboración del duelo, trabajar la incapacidad del grupo  por percibir a tiempo los pedidos de ayuda y las señales que anunciaban su intención de suicidarse, elaborar el sentimiento de culpa que en general dejan entre sus familiares. Evitar posibles identificaciones con el muerto; porque aunque condenen la actitud del que se suicidó, pueden tomarlo como modelo de solución posible en caso de presentarse ulteriormente una situación de crisis. Hay casos en que uno de los miembros se suicida aún años después de ocurrido el suicidio anterior dentro de la misma familia.”(2)


BIBLIOGRAFÍA:
(1)YALOM, I.: “Psicoterapia existencial”, Barcelona, Herder, 1984.
(2) FUCHS, Irene C.: “Tesis de Licenciatura: Aproximaciones de una Psicoterapia frente al peligro de suicidio”, UCA, Bs.As., 1991.
(3) Ministerio de Salud de la Presidencia de la Nación, Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones: “Lineamientos para la atención del Intento de Suicidio en adolescentes”, 2011
(4) GEIGY: “El cuadro de la depresión”, Geigy Argentina. 

COMENTARIOS Y CASOS CLÍNICOS:
            La interrupción de la medicación en pacientes con trastornos de la personalidad graves, es un peligro que debe evitarse, hubo un caso en que a pesar de advertirle a la madre sobre la necesidad de que no suspenda la medicación, la paciente no sólo dejo de concurrir a la psicóloga, sino también suspendió la medicación, con la autorización de la madre, quien después de fallecida la joven, (tras estar internada en terapia intensiva, por los daños en el sistema, por haber tragado agua contaminada, del río en el que se arrojó  delante de su novio,  y no se dejaba rescatar por los prefectos), comentó que le había prometido no hacer más “locuras”, pero que no quería seguir con la medicación. Es sabido, para los que trabajamos en salud mental, que aún bien intencionadas, esas promesas son incumplibles por parte de personalidades tan afectadas, (era una joven que se encontraba aislada del entorno social, dejó la escuela, se vestía como “emo”, y después de fallecida, nos enteramos que su habitación también estaba toda pintada de negro!). Una visita de un agente sanitario o enfermera comunitaria, que pudiera haber insistido en continuar la medicación sin dejarse convencer, o ante un rechazo evidente, realizar una intervención desde psicología, buscar cambiar el tipo de administración a un inyectable, etc.. El haber 

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